jueves, 17 de febrero de 2011

Con bragas y a lo loco

6.12 de la mañana. “Buenos días”… Y cómo estaría yo de dormida que ni me he enterado de mi ‘clin’ orgásmico mañanero. No es que no me haya enterado. Es que la menda se ha quedado en coma profundo hasta las 08.20 de la mañana. Bueno, en realidad han sido cinco minutos más, por eso de que el móvil me suena cada cinco minutos…

Me levanto. Gata. Beso. Pasillo. Cuarto de baño. Conecto el ordenador. Cocina. Ventana. Viento y lluvia. ¡Qué viento! Nevera, leche, taza, sacarina, café, microondas. Ordenador encendido. Y Facebook, sí ‘book’, no ‘fuck’, que era muy temprano.



Subo una canción y he aquí mi primera anécdota del día. Una, que es muy limpia, se dispone a pegarse una duchita. Tras ello, se seca, se echa sus cremitas y su desodorante –que donde trabajo ya tenemos un cerdo-, se coloca las bragas (en realidad es un culotte, me van más) y una camiseta. Se echa el antiojeras, sus polvillos –en la cara, claro-, su sombrita de ojos… ¿y el rimmel? En el bolso, que está en el salón.

Allá que voy al salón en bragas y camiseta. Allá que veo un reflejo naranja fosforito. COÑO. La puta poda de árboles. A ver, no es que estuvieran en el balcón, pero a una no le hace especial ilusión que cualquiera la vea medio en bolas. ¿Les doy los buenos días? ¿Les invito a un café con leche? ¿Unas galletitas? No. He huido. Me he agachado lo máximo y he salido del salón, pero con el rimmel en la mano.

Y ya he podido terminar de pintarme.

Besos variados, aunque el más grande de todos para ti…

1 comentario:

  1. un momento delicado, desde luego, pero actuaste con prestancia. bien resuelto! el podador se llevó una fugaz alegría mañanera, eso sí

    ResponderEliminar