miércoles, 16 de febrero de 2011

Chupa chups

El flamenco ha vuelto a mi vida. Mi vecina de arriba, con uno de los nombres más chonis, canis y ordinarios que yo me he encontrado a lo largo de mi existencia, hoy ha decidido subirse a los tacones a las 07.30 de la mañana. Paseo para arriba. Ahora para abajo. Para arriba. Para abajo. Otra vez para arriba. Y ahora para abajo. Es para cagarse en su puta madre. Voy a subir con toda mi mala hostia a llevarle unas zapatillas de andar por casa. Pero acabo de escuchar la puerta de su casa. Se va. A buenas horas, cuando ya ha conseguido levantarme de la cama.

Por cierto, recordad desde aquí la mi cama es monumento nacional de mi vida. Un aplauso a mi cama, y no sólo porque en ella se pueda dormir. Que también, siempre y cuando mi vecina, la del nombre ordinario, me deje. Si no, los cojones.

Café con leche –sin lactosa, claro- y una sacarina. Y escuchando Los Planetas. Pero no sé qué carajote he hecho con los altavoces del portátil que suena como si tuviera a mi siempre amado a mi vera cantándome. Igual hasta está, y yo aquí en pijama y con un moño en lo alto. Bueno, así me levanto todos los días, unas veces con más malafollá, otras con menos, pero así me levanto.

Normalmente tengo un buen despertar. Y eso que yo soy mucho más de trasnochar. Pero las buenas costumbres se van perdiendo con el tiempo. El domingo, por ejemplo, me fui de copas por la tarde. Entre otros, me encontré con la que me llama ‘moderna’ (uy, qué grave insulto, so puta) con un novio que se ha echado. Confiemos en que cuando echen un polvo ella esté abajo, porque el novio era la cosa más esmirriada que yo he visto nunca.

La típica pareja que dices “si es que no pegan, por Dios”. Ella un armario ropero de cuatro puertas correderas. Él, un tío chupa chups, poco cuerpo, mucha cabeza. Pero bueno, el amor es lo que tiene … Se quieren, se gustan y, lo que digo yo, ella abajo, él arriba. O de pie. Aunque tampoco, que ella le saca dos cabezas. A saber. A lo mejor sólo se dan piquitos. Él subido en un banco, claro.



Por cierto, quitan Operación Truño. En el fondo me da hasta lástima. Mi vecino es uno de los concursantes. Y sabe mi vida y obra sentimental. Antes salíamos juntos de juerga por estos lares. Pero luego se hizo más moderno que yo y se fue a London. Yo, mientras, me quedé en la jaula. Pues eso, que me da hasta cosilla. Y no he visto ni un programa. Me acuerdo hace tres años, cuando fue otra chavala de la jaula a concursar y me tocó cubrirlo. Eso fue un suplicio. También cubrí el concierto. Faltaría más. Y recordad mi entrevista a El Barrio… y mi convocatoria de la tonadillera: de Isabel Pantoja.

Qué queréis que os diga… Me ha quedado una entrada sin pies ni cabeza. Pero me he explayado. Ya es miércoles. Feliz día.

Besos variados, pero especialmente para mi ti... para quién si no...

1 comentario:

  1. me meo. sigue con estas entradas descabezadas! por cierto, según iba leyéndote iba pensado... tiene que ver esto!!

    http://interpreta-sones.blogspot.com/2010/09/juan-y-maria.html

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